Su piel seca como la tierra del verano
como el mapa invisible del pasado,
su piel llena de senderos,
cuarteada de distancias
en un pequeño espacio de tiempo,
allí están dibujados
el paso de los siglos
el silencio del cóndor
el clamor de los volcanes
el canto sagrado
de cascadas y lagunas
los bailes de las flores
con su música de viento.
Su piel, un libro escrito
con rayos de luna llena
mezclada con cenizas de silencio,
su piel, un libro abierto
poblado de misterios…