Abrapalabra
¡Que viva y no viva Nicanor!
Con Nicanor
en su centenario
de antiparras
si no fuera por él
la vida sería un antipoema
al borde de un abismo
el capitalismo del comunismo
el infierno del cretinismo
la pagoda del cristianismo,
por otro lado, no hay que
dejar de observar
que mucho poemario
parrario
anda sueltario
por el vecindario
si no fuera por Nicanor,
la vida sería un antipoema agrio,
una paloma
que se cagó en el sagrario
el anticristo
de un balneario,
por eso
nunca me cansaré de gritar
¡que viva Nicanor en su Parra!
¡que vivan las parras de Nicanor!
¡que vivan los antipoemas de los poemas
y los recontraantipoemas
de los antipoemas de los poemas!
en resumen sin resumen
o sea en antiresumen
¡que viva y no viva Nicanor!