Abrapalabra

Concurso de poesía

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Señores y señoras del jurado

Presidente de la sociedad protectora de lagartos, mandriles, lobas

y demás personajes allegados a ustedes

Es para mí una pérdida de tiempo

Presentarles este libro de poemas

Cuando ustedes están esperando

Premiar una obra que refleje su buen gusto literario

Y no el gusto de los que leen las obras

Y, ¿además quién dijo que ustedes tenían buen gusto literario?

Todos los libros ganadores de las ediciones anteriores

De este concurso se verían muy bien de pisapapeles

Tal vez ayudarían a equilibrar la pata coja de mi cama

Pero como poesía son un completo desastre.

¿Qué tal ese verso que decía:

“te amo amada mía,

porque si no te amara

entonces no te amaría”?

¿O qué de aquél que reza así:

“La buena poesía,  como las cebollas

nos hace llorar y limpiar las ollas”?

Ya sé que ustedes están buscando frases melodramáticas

Que huelan a poesía, que supuren poesía

Para asegurar que es poesía,

Por eso premiaron ese verso que decía:

“Tus labios son tulipanes

que florecen cada día

si el jardinero los corta

llamaré a la policía”.

Señores, su oficio de jurados, perjurados y conjurados

Está llamado a recoger

Un concurso de poesía es como un concurso

De pieles de lobo

La lobería más brillante se lleva el primer premio.

Ahora, quiéranlo o no,

Ustedes mismos son poetas de tercera

Porque nadie los lee

Y si los leyeran,

No por eso dejarían de ser poetas de tercera,

Serían además estafadores.

En fin, señores del jurado,

Para poner fin a esta introducción,

Pongo a su consideración el libro titulado:

“Poesía melodramática en tres actos, dos intermedios y una pelea a la salida del teatro”.

En verdad no se trata de un libro de poesía

Sino de un reporte de un juzgado que no tiene nada que ver con el título.

Fue un crimen pasional que salió en la primera plana de los diarios.

Me imagino que la parte poética es cuando el detective a cargo del caso pregunta:

“¿Ya estaba la occisa muerta cuando la mataron?”

Estimados, timados y ultimados miembros del jurado

Sabré entender si  mi libro no gana este concurso

Lo que es más, de ganarlo tendría que rechazar el premio

Porque, parodiando a Groucho Marx,

“Nunca quisiera ser ganador de un concurso que premiara a tipos como yo”.

He dicho.

Aunque en verdad, ya ni me acuerdo de lo que he dicho.

La estupidez es un derecho

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Hay que darlo por hecho

la estupidez

como todo pecado 

es un derecho

no se le puede negar

ni al Papa ni al presidente

ni al ciego

ni al vidente

la estupidez es un derecho inalienable

no se le puede negar a nadie

el derecho a envenenar

el medio ambiente

el derecho a decir cosas

imprudentes

el derecho a hablar mal

de la tía Resura

el derecho a aullar a la luna

en una noche oscura

el derecho a romper las leyes

el derecho a llevar 

vida de bueyes

el derecho a vestirse de rosado

el derecho de matar y ser soldado

el derecho a saltarse la fila

el derecho a orinar

en una esquina 

y no hay que olvidar

el derecho más importante

de la estupidez pura

el derecho de hablar

mucha basura 






cosongo@icloud.com