Abrapalabra
Oculto a plena vista
Mientras los perros
seguían muriendo
envenenados en las calles
y las calles seguían siendo ríos
y los ríos seguían siendo alcantarillas,
mientras los campesinos
perdían sus tierras
y con sus tierras
perdían sus sembrados
y en su lugar se edificaban
palacetes para los recién llegados,
mientras hordas de turistas
pecaban contra el paisaje
en el paisaje y a pesar del paisaje,
mientras las empresas mineras
seguían asaltando y asfaltando
el nacimiento de las fuentes de agua
y cambiando el verde de la montaña
por el gris de los desiertos,
ninguna fiesta
ni ninguna palabra
traería de vuelta a los muertos
ni a los campos devastados
ni a las nacientes de agua
moribundas en su propia tumba
y ninguna palabra contaminada
lograría encubrir la realidad
escrita en cada una de las piedras
robadas a los ríos
lápidas de una vergüenza de siglos,
el cementerio de piedras regadas
por plazas, calles y caminos
era nuestro propio cementerio
siempre oculto a la vista
como la arena del desierto…
Ya era demasiado tarde
(basado en el poema de Martin Niemoller: https://insultismo.wordpress.com/poemas-de-referencia/primero-vinieron-a-buscar-a-los-comunistas-de-martin-niemoller/)
Primero desplazaron a los campesinos,
pero como yo no era campesino,
no dije nada.
Más tarde destruyeron las fuentes de agua,
pero como yo bebía de otra parte, no alcé mi voz.
Poco después envenenaron a los perros
pero como yo no era perro,
no me pareció importante.
Al otro día amenazaron a los líderes sociales,
pero como yo no era líder social,
me quedé callado.
Entonces silenciaron a los periodistas
pero como yo no era periodista,
también guardé silencio.
Finalmente vinieron por mí,
pero ya no quedaba nadie para defenderme.