En rojo y azul contra una pared

Una figura solitaria

parada en el sendero del olvido,

el rostro cubierto

contra el sol y el tiempo

contempla la distancia

escucha en silencio antiguos sonidos

de cuando la nieve

cubría aún la montaña

y los espíritus de los siglos

todavía rondaban sus entrañas


Su piel, como la tierra

cruzada de surcos

ha visto la luna y las

estrellas,

se ha bañado en eclipses

perfumado de ocasos

estremecido entre dos rayos de primavera

“nada esta escrito en piedra",

piensa mientras escribe

un poema con sus huellas

en la arena del camino…

cosongo@icloud.com