de pronto le hace
una canción
a su guitarra
aunque ya sepa
soñar
y cantar de madrugada
ella nunca se queja
tan solo vibra
con sus cuerdas
del alma,
qué le hace
que su voz
como su ser
a veces esté desafinada,
entonces, ella y él
hacen su coro dispar
de una tonada,
ella se deja tocar
una canción
de amor o de ilusión,
él se deja mecer
con su pasión
en su madera de piel
desaforada,
acaricia sus cuerdas
de mujer
resuenan en su ser
las notas
que le hacen renacer
dos gotas esperanza
entre vibrar y pensar
soñar y acontecer
se va llenando de luna
su añoranza
y a la sombra
de cualquier amanecer
él y su guitarra
vuelven a ser
tan solo una canción
que se pierde
en la distancia…